Finalmente, ¿Quién tiene sed de pasos?

No es el camino,
él estaba desde antes
por eso habla de esa forma.
Pisada y camino se reconocen
por lo hondo de sus crujidos,
son viejos amigos
que llevan un ritmo primigenio.
Todo aquello estaba desde antes,
cuando el tiempo no tenía compás
y el caminante
sólo se dedicaba a escuchar el susurro de la niebla.
Esteban Alba